Racionar es el verbo adecuado para expresar que se restringe o se distribuye ordenadamente algo, no racionalizar.
Sin embargo, en los medios se leen frases como las siguientes: «Cómo racionalizar el agua para ayudar con la emergencia hídrica», «La consejería alega que hay que racionalizar el dinero» o «El futuro de la viticultura pasa por racionalizar el agua».
El Diccionario de la lengua española señala que racionar es ‘someter algo a una distribución ordenada’ o ‘limitar el consumo de algo’. Como apunta el diccionario combinatorio Práctico, se utiliza normalmente con nombres que denotan víveres y otras unidades de consumo (luz, medicamentos…): «A partir de enero se implementó un sistema de cupones para racionar la comida». Por su lado, racionalizar significa ‘hacer racional algo’, según el Diccionario del estudiante, y se combina con sustantivos que indican administración, gasto o gestión: «La organización pide racionalizar el consumo de agua potable».
Por ello, lo conveniente es reservar racionar para los productos restringidos y racionalizar para el consumo, la gestión, el manejo, etc., de estos, tal y como precisa la Real Academia Española en su cuenta de Twitter: racionar el agua, racionalizar el gasto de agua.
Así pues, en los primeros ejemplos habría sido preferible escribir «Cómo racionar el agua para ayudar con la emergencia hídrica», «La consejería alega que hay que racionar el dinero» y «El futuro de la viticultura pasa por racionar el agua».