En este artículo, destacamos dos proyectos exitosos en Paraguay que se centran en la conservación de bosques a través de la obtención de créditos de carbono. Estos proyectos son cruciales en un contexto en el que se debaten las implicaciones de un proyecto de regulación de créditos de carbono en el país.
José Luis Cartes, director de la Asociación Guyra Paraguay, lidera un proyecto llamado «Conservación de Bosques en Paraguay» en dos áreas: la Finca Tobich en Bahía Negra, Alto Paraguay, y la comunidad campesina La Amistad en Alto Verá, Itapúa. Estos territorios se sostienen gracias al mercado de carbono, y el objetivo principal es proteger el almacenamiento de carbono existente en los bosques, contribuyendo así a la biodiversidad.
En este proceso, las comunidades indígenas eventualmente recibirán la titularidad completa de sus tierras, que inicialmente fueron adquiridas por Guyra y continúan siendo mantenidas a través de los créditos de carbono. Esto se logra mediante una constante certificación del proyecto, que incluye mediciones de carbono, análisis satelitales para detectar cambios o degradación, y evaluaciones de biodiversidad, además de los beneficios sociales.
El objetivo a largo plazo es que para el año 2033, si se mantienen los créditos de carbono, las comunidades indígenas obtengan la propiedad total de sus tierras. En la misma línea, en Itapúa, los miembros de «La Amistad» reciben compensaciones económicas por mantener sus tierras boscosas, con la condición de conservar una cantidad específica de leña. Esta iniciativa también está vinculada a la obtención de títulos de propiedad para los campesinos.
En cuanto al funcionamiento de los créditos de carbono, se trata de proyectos que participan en el mercado internacional voluntario, y aunque no hay reglamentación nacional específica, deben cumplir con reglas establecidas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Esto implica un proceso de certificación riguroso y costoso, supervisado por agencias certificadoras internacionales aprobadas por la Convención.
Sin embargo, existe preocupación sobre la viabilidad de estos proyectos debido a las tasas impositivas. La principal crítica se centra en la falta de un monto específico para el pago por el carbono, ya que se menciona que oscilará entre el 3% y el 10%, y este monto debería ir al Ministerio del Ambiente. Esto, sumado a otros requisitos y costos, podría dificultar la ejecución de proyectos de carbono más pequeños.
En última instancia, se resalta que los propietarios de bosques en Paraguay enfrentan diversos desafíos, como el robo de madera, cultivos ilegales y otros delitos, debido a la falta de protección y la necesidad de incentivos para preservar sus recursos naturales.