El cambio climático y la economía están cada vez más interrelacionados. Un reciente estudio realizado por un equipo de científicos alemanes revela que el cambio climático podría reducir el Producto Interior Bruto (PIB) global en aproximadamente una quinta parte para 2050. Este impacto afectará tanto a los países con menos recursos económicos como a las naciones ricas, aunque estas últimas no serán inmunes.
A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan y los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes, la economía global enfrenta una mayor presión. El estudio destaca que un incremento en la concentración de gases como el dióxido de carbono podría llevar a una reducción del PIB global cercana a los 38 billones de euros, una cifra alarmante que se mantendría incluso si se lograran reducciones significativas en las emisiones a partir de ahora.
No obstante, esto no significa que debamos dejar de intentar reducir las emisiones. Al contrario, es crucial seguir recortándolas para minimizar el impacto futuro. Los expertos advierten que, si no se toman medidas, la reducción del PIB proyectada podría ser aún mayor para mediados de siglo. Desde el comienzo del periodo preindustrial, el planeta ya se ha calentado 1,2°C, lo que ha provocado fenómenos meteorológicos más extremos, como precipitaciones intensas, olas de calor devastadoras, inundaciones, sequías y ciclones tropicales más intensos.
Los especialistas señalan que la inversión necesaria para limitar el calentamiento a 2°C es significativamente menor que el costo de enfrentar los efectos de estos fenómenos extremos en el futuro. Limitar el calentamiento a 2°C podría reducir las pérdidas de ingresos en muchas regiones.
Sin embargo, los países con menos recursos económicos serán los más afectados. Existe un debate entre los expertos sobre la magnitud de la inversión necesaria para prevenir desastres climáticos. Algunos abogan por una inversión inmediata y sustancial, mientras que otros creen que es mejor esperar a que los países se fortalezcan económicamente.
Los autores del estudio recomiendan invertir en medidas que reduzcan el impacto del cambio climático para evitar consecuencias mayores en el futuro. Es fundamental planificar con antelación y establecer estrategias a nivel local, regional y estatal.
Desde hace varios años, en las Conferencias de las Partes (COP) de Naciones Unidas se discute la necesidad de compensaciones económicas. La idea es que los países más ricos apoyen financieramente a aquellos en desarrollo que han contribuido mínimamente al calentamiento global.
El estudio muestra que los países que menos contribuyen al cambio climático experimentarán una pérdida de ingresos un 60% mayor que los países de altos ingresos y un 40% mayor que los principales emisores. Además, estos países tienen menos recursos para adaptarse a la crisis climática.
Entre los más afectados se encuentran los países tropicales con economías ya debilitadas por los daños climáticos. Sequías devastadoras, huracanes más intensos y olas de calor prolongadas podrían ser más frecuentes y tener un mayor impacto en estas regiones.