El niño nativo iniciaba, en ese instante, la salida rutinaria para recolectar cuantas monedas la gente de buen corazón pueda concederle en las adyacencias a la estación de buses: La mendicancia es la principal fuente de ingreso que sostiene la permanencia de ellos en la ciudad y les permite, además, pagar la pensión que les toca en los inquilinatos clandestinos.
El niño, su joven madre y su hermanita viven en uno de los alquileres insalubres que hay en los vecindarios de la zona, compuestos de casas de antiguos pobladores y hospedajes –al parecer– regulares.
La Dirección de Pueblos Originarios del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna) identificó, en su momento, la existencia de al menos cuatro alquileres irregulares –cercanos a la Terminal–, donde van a parar mayormente los indígenas que llegan y se quedan en la capital.
ÚH visitó de nuevo, dos años después, los inquilinatos infraumanos que siguen gozando de total impunidad en la zona. Esto, pese a que, en setiembre pasado, la fiscala Carina Sánchez había dicho que solicitaría a la Comuna de Lambaré y de Asunción el cierre de esos predios –que se encuentran en ambas jurisdicciones–, en el marco de un operativo rescate encabezado por la Unidad Especializada de Lucha contra la Trata de Personas y Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio Público.
Sin embargo, hoy puede observarse a numerosos indígenas –en su mayoría Mbya Guaraní– que ocupan derruidas piezas y subsisten dentro de esas viviendas insalubres.
Uno está ubicado sobre la calle Ybapobo Nº 2777, a tres cuadras de la Avda. Fernando de la Mora, donde inicia la ciudad de Lambaré. Pertenece a la familia Serafini, de acuerdo a la versión de una vecina, cuyo propietario ya falleció. Un encargado les cobra el alquiler a los nativos: “sobre una camioneta montero” va cada sábado a requerirles G. 200.000, según relató. Cada familia abona por día entre G. 5.000 a G. 10.000.
Otro hospedaje precario está situado sobre la calle Yvyra Pytã Nº 2732. Esa vivienda está a la vuelta de la primera y desde la vereda puede verse ingente cantidad de basura, ya que algunos se dedican al reciclaje. Otros consiguen trabajar de albañiles. “Están hace tiempo por acá, hará más de cinco años”, dijo una vecina mientras aguarda en la puerta de un almacén. “Los paraguayos sí son ladrones, ellos (los indígenas) piden”, suscribió la almacenera.
10.000 guaraníes paga cada cabeza de familia por día el derecho de ocupar algunas de las piecitas junto a sus hijos.
4 alquileres clandestinos fueron identificados en su momento por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.
Prometen acción entre municipios
Judith Rolón, de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Asunción, aseguró que tomaron intervención en distintas propiedades en los alrededores de la Terminal de Ómnibus. Encontraron que toda el área colindante a la estación tiene ocupación irregular de indígenas.
Están convocando a los propietarios de los espacios baldíos, de modo a que procedan a la limpieza y el vallado de esos terrenos.
Si amerita –dijo– procederán a multar por las malas condiciones medioambientales y sobre todo la falta de seguridad. “Ni siquiera estamos tocando los lugares de alquiler que son insalubres y presumiblemente se utilizan como predios de explotación sexual o prostitución”, refirió respecto a los inquilinatos clandestinos.
“Lo primero que habría que hacer es convocar a los dueños, limpiar todo el sitio que están en infrahumanas condiciones medioambientales. Debemos coordinar con la Municipalidad de Lambaré”, compartió.
Fuente:https://www.ultimahora.com/indigenas-subsisten-inquilinatos-infrahumanos-cerca-la-terminal-n2874091.html?fbclid=IwAR0L0EuOxYq-H24V398KbSsvKh2WeWv7ruEFV6t7f8_T1ruYs3dB_pCdnpY