En los últimos tres años, la sequía prolongada y el cambio climático han sido una amenaza para el Pantanal y otros humedales ubicados en Paraguay. Guyra Paraguay, organización miembro del Observatorio Pantanal, trabaja en la conservación de la biodiversidad desde hace 25 años e informa sobre los principales desafíos que enfrenta la conservación del mayor humedal continental del planeta.

José Luis Cartes, director ejecutivo de Guyra Paraguay, nos cuenta algunos de los impactos de la sequía que vienen viviendo en los últimos años. “El bajo nivel de agua en los ríos genera consecuencias como la sobrepesca y la sobreexplotación de los recursos, especialmente del agua en ciertos ríos internos, como el río Tebicuary. También existe una gran necesidad de dragar más ríos para mantener su navegabilidad. La contaminación también se acentúa en la época de aguas bajas, e incluso en zonas pantanosas se están convirtiendo en ecosistemas boscosos por la falta de inundaciones”.

Otra amenaza es el avance de las plantaciones de arroz y eucaliptos en las zonas inundadas del país que deben ser conservadas. “Todo esto se hace con muy poco control de manera que sea legal, pero en algunos casos, como en la ciudad de San Bernardino, se otorgaron licencias para el relleno de humedales cuando la ley lo prohibía explícitamente”, explica el director.

Además de los incentivos que solo apuntan a la producción económica, también faltan iniciativas y previsiones sobre medidas para adaptarse a los cambios climáticos globales y si la intención es seguir utilizando los ríos como vías seguras para la navegación y carga barata. Hoy existe una gran dificultad para establecer un caudal mínimo ecológico para los ríos.

“Los últimos años las aguas bajas afectaron fuertemente la economía local por el aumento de los costos del transporte fluvial por la sequía, que en muchos casos batió récords históricos. Esta situación puede llevar a la angustia de poder contar con una vía fluvial eficiente, y a tomar decisiones inapropiadas sobre el teórico mejoramiento de la navegabilidad del río Paraguay sin considerar los cambios climáticos globales, en el caudal mínimo ecológico en las capacidades de las cuencas receptoras de aguas arriba. Es decir, corremos el riesgo de intentar construir una hidrovía que no se adapte a la situación climática actual”, relata preocupado José Luis Cartes.

La organización Guyra Paraguay, así como otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan en los humedales de Brasil, Bolivia y Paraguay, ha desarrollado varios proyectos que buscan conservar el bioma y empoderar a las comunidades tradicionales.

Además de las 21.000 hectáreas de reservas destinadas a la conservación a través del “Complejo de reserva del Pantanal Paraguayo” y “Fortín Galpón”, también se realizan trabajos de monitoreo de biodiversidad, incendios forestales y vegetación para evaluar los efectos de los incendios periódicos en la zona. Y ahora están iniciando una línea de negocios verde con el desarrollo de la producción apícola natural en el Pantanal y el desarrollo turístico.

Foto: Guyra Paraguay

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