
En el marco del Día Mundial del Agua, se destaca el impacto positivo del Programa de Conservación del Agua, que desde hace ocho años viene transformando la vida de pequeños y medianos productores en el distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú. Más de 400 familias han mejorado su calidad de vida gracias a esta iniciativa, que además contribuye significativamente a la conservación del medio ambiente.
Más producción y diversificación de cultivos
Gracias a la implementación de prácticas sostenibles, como la diversificación de cultivos, los agricultores de la zona ahora producen alimentos tanto para el consumo familiar como para la alimentación de sus animales. Este cambio ha permitido fortalecer la seguridad alimentaria y la autosuficiencia de las comunidades participantes.
Luciano Estigarribia, productor de la comunidad de Santo Domingo y beneficiario del programa impulsado por la Fundación Moisés Bertoni y Coca-Cola Paresa, relata el cambio que experimentó desde que comenzó a participar.
“Antes producíamos poco porque trabajábamos de forma individual. Ahora, gracias al apoyo de la fundación, diversifico mis cultivos: planto mandioca, maíz, poroto y yerba mate. Además, alimento a mis animales con lo que genero en mi propia tierra”, comenta.
Retos pendientes: el agua como desafío constante
A pesar del aumento en la producción, los desafíos persisten. La falta de sistemas de riego adecuados y la escasez de lluvias afectan las plantaciones.
“Nos falta el riego para la huerta y las demás plantaciones. Como ya no llueve, nuestros cultivos se pierden”, lamenta Luciano, reflejando una preocupación compartida por muchos productores de la zona.
Técnicas sostenibles para conservar el agua y el suelo
Para enfrentar estos retos y conservar los recursos hídricos, el programa promueve el uso de la siembra directa, una técnica que mantiene el suelo cubierto, mejora su estructura y facilita la infiltración del agua de lluvia.
El ingeniero Pedro Sanabria, junto a Reinaldo Barrientos y Antonio Rolón, técnicos de la Fundación Moisés Bertoni, lideran las capacitaciones y la asistencia técnica a los productores.
También se implementan prácticas como el manejo de pasturas, la regeneración natural y el sistema silvopastoril, que combina la plantación de árboles con pasturas para los animales. Estas técnicas no solo aseguran una producción sostenible, sino que también contribuyen a la recarga del Acuífero Guaraní, una de las mayores reservas de agua dulce del mundo.
“El agua infiltrada en el suelo desciende hacia los estratos más profundos, ayudando a conservar el recurso hídrico y garantizando la sostenibilidad a largo plazo”, explica el ingeniero Sanabria.