Se presentó el primer estudio sobre la producción de tomates con enfoque de agricultura climáticamente inteligente, que ayudará a mejorar la producción con ahorro de agua.
En la fecha, la Fundación Capital presentó los resultados del experimento que testeó y adaptó el enfoque de agricultura climáticamente inteligente en cultivos locales de tomates, expuestos a diferentes condiciones productivas, teniendo en cuenta factores como el consumo de agua.
Referentes del sector agrotecnológico se reunieron en Asunción para conocer las conclusiones de esta primera investigación, destinada a ofrecer estrategias agrícolas efectivas y sostenibles a pequeños productores y productoras. El material se lanzó bajo el lema de «producir más con menos: una oportunidad para el país desde el enfoque de la agricultura climáticamente inteligente».
El buen uso de los recursos hídricos es clave para la sostenibilidad ambiental, económica y social del país, y para ello, la agricultura climáticamente inteligente desarrolla estrategias agrícolas dirigidas a garantizar la seguridad alimentaria, según las condiciones propias de cada lugar, considerando el actual contexto generado por el cambio climático, según revelan en el estudio.
Gracias a la información procesada por tecnología de inteligencia artificial, sensores y una estación meteorológica, se midió el consumo de agua y el nivel de producción de cultivos de tomates. Los resultados obtenidos apuntan a optimizar la producción mediante la aplicación de mejores prácticas en el uso de agua dentro de las fincas familiares.
Durante el 2021 y 2022, varios casos alcanzaron rendimientos productivos superiores frente a los cultivos testigos. En cultivos bajo media sombra fue posible aumentar la producción hasta un 20%, ahorrando 48% de agua.
La iniciativa estuvo a cargo de Fundación Capital, organización que impulsa acciones disruptivas para que las personas se conviertan en ciudadanas económicas empoderadas, avanzando en su inclusión financiera, económica y digital.
El proyecto fue financiado por el Laboratorio de Innovación del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo – BID Lab. El socio estratégico de este proyecto piloto fue Supplant, una empresa israelí especialista en tecnología de precisión para cultivos, y BIX, empresa paraguaya especialista en soluciones tecnológicas.
Fuente: Fundación Capital