El Foro Económico Mundial (WEF) ha publicado su clasificación anual sobre la transición energética, un índice crucial para evaluar los esfuerzos globales en la lucha contra el cambio climático. En el informe de este año, Brasil se destaca como el país mejor preparado en América Latina, ocupando el puesto 12 a nivel mundial. Costa Rica, por su parte, se sitúa en la posición 30, siendo el segundo mejor de la región.

Paraguay, también incluido en la lista, ocupa el puesto 42 entre los 120 países evaluados. A pesar de una leve caída en el ranking global, Costa Rica ha mejorado su posición regional, pasando del tercer al segundo lugar entre los países latinoamericanos. Este cambio se debe en parte al descenso de Uruguay, que del puesto 23 el año pasado ha caído al 33 en 2024.

Otros países latinoamericanos en la clasificación incluyen a Colombia (35º), El Salvador (46º), y Perú (47º). México, en cambio, se encuentra en una posición más baja, en el puesto 57, mientras que Argentina ocupa el puesto 82, situándose en la mitad inferior de la lista.

A nivel global, Suecia lidera el ranking por segundo año consecutivo, seguida de Dinamarca. Otros países destacados son Finlandia, Suiza y Francia, que han mejorado sus posiciones con respecto al año anterior. Alemania se sitúa en el puesto 11, China en el 17, Estados Unidos en el 19, Japón en el 26, e Italia en el 41. Los últimos puestos de la lista son ocupados por Tanzania, Yemen y la República Democrática del Congo.

El WEF, conocido por organizar las cumbres anuales en Davos, destaca que las incertidumbres globales están ralentizando el ritmo de la transición energética. Aunque la transición sigue avanzando, lo hace a un ritmo menor en los últimos tres años. De los 120 países evaluados, 107 han logrado progresos en la última década. Sin embargo, el panorama global se ve afectado por la volatilidad económica, las tensiones geopolíticas crecientes y los cambios tecnológicos.

El informe resalta que en el año pasado se invirtieron 1,8 billones de dólares en energías limpias, un récord que representa un incremento del 17% respecto al año anterior. No obstante, las emisiones del sector energético continuaron aumentando, con un incremento interanual del 1,1%.