El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido que los países están muy lejos de cumplir sus compromisos con la agenda climática e insta una vez más a poner fin a los combustibles fósiles y a reducir las emisiones en un 45% de aquí a 2030.

Además, Guterres recuerda la responsabilidad que tienen la industria y las instituciones financieras para lograr la transición a las energías verdes.

“En un momento en el que deberíamos acelerar la acción, se está retrocediendo. Y las políticas actuales están llevando al mundo a un aumento de la temperatura de 2,8 grados para finales de siglo. Eso significa la catástrofe”, ha declarado el Secretario General tras una reunión con líderes de la sociedad civil para abordar el clima y el uso de los combustibles fósiles.

El encuentro ha tenido lugar este jueves y a pocos meses de las cumbres sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Ambición Climática, y la COP28.

António Guterres ha recalcado que los países están muy lejos de cumplir sus promesas y compromisos, destacando que falta apoyo y cooperación para cumplir con la agenda climática.

Además, advierte que hay demasiada disposición a “apostarlo todo a ilusiones, tecnologías no probadas y soluciones milagrosas”. Ante todo, para limitar la temperatura global a 1,5 grados hay que reducir las emisiones de carbono en un 45% de aquí a 2030.

También ha recordado que esta situación tiene lugar mientras se violan los derechos humanos de los activistas climáticos.

Guterres destacó que bajo el Pacto de Solidaridad Climática todos los grandes emisores deberán hacer esfuerzos adicionales para reducir las emisiones, y los países más ricos apoyar a las economías emergentes para que lo hagan.

Además, la Agenda de Aceleración propuesta por el Secretario General ofrece una hoja de ruta para potenciar estos esfuerzos:

Los gobiernos deben acelerar sus plazos para llegar a cero emisiones netas, de modo que los países desarrollados cumplan con este objetivo lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050.

Por otra parte, los países desarrollados deben cumplir sus compromisos en materia de financiación, adaptación y pérdidas y daños.

Guterres instó además a los países desarrollados a presionar a los bancos multilaterales de desarrollo para que adapten sus modelos de negocio, sus capacidades y sus enfoques del riesgo, y para que movilicen mucha más financiación privada a un coste razonable para los países en desarrollo, con el fin de permitir un aumento masivo de la inversión en energías renovables.

“Esa inversión es la única manera de lograr una seguridad energética mundial independiente de las actuales fluctuaciones impredecibles del mercado”, añadió. 

Poner fin a los combustibles fósiles

El Secretario General enfatizó la importancia de eliminar progresivamente el petróleo, el carbón y el gas, y por el contrario fomentar la inversión en energías renovables. “El problema no son sólo las emisiones de combustibles fósiles. Son los combustibles fósiles, y punto”.

Según Guterres, los planes de transición de la industria de los combustibles fósiles deben trazar el paso de una empresa a la energía limpia. “De lo contrario, no son más que propuestas para convertirse en destructores del planeta más eficientes”.

De acuerdo con la Agenda de Aceleración, los gobiernos deben completar la eliminación progresiva del carbón para 2030 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y para 2040 en el resto del mundo. Para ello, deben poner fin a la financiación internacional del carbón, tanto pública como privada y a la concesión o financiación de nuevos yacimientos de petróleo y gas.

En este sentido, Guterres señaló la necesidad de detener la expansión de las reservas de petróleo y gas existentes y apoyar la transición justa de los países en desarrollo afectados; asimismo, se deberá garantizar la generación neta cero de electricidad para 2035 en los países desarrollados y para 2040 en el resto.

Otras medidas consisten en cambiar las subvenciones de los combustibles fósiles a las energías renovables, poner precio al carbono y establecer una eliminación progresiva a escala mundial de la producción actual de petróleo y gas compatible con las emisiones mundiales netas cero para 2050.